Vuelvo y con orgullo a comunicarles otra de las razones por las cuáles no puedo dejar de presumir y de sentirme muy orgulloso de la tierra donde nací, ya los que me conocen, saben y de sobra creo, que no me quitan de la boca el "Lagos de Moreno" pero ni a pedradas. Así que en vísperas de volver a tierras potosinas, y a mi apreciada escuela, les quiero mostrar que significa el 6 DE AGOSTO en mi Lindo Lagos de Moreno.
Para la mayoría de los que lleguen a leer esto quizá el 6 de Agosto se les pase como otro día común y corriente, pero para los Laguenses, estando o no en Lagos, sabemos perfectamente lo que representa esta fecha en nustra vida y nuestra historia.
No soy un historiador ni algo parecido, pero si soy fanático de saber más, saber de donde vengo, porque estoy en donde estoy y las raices que me sostienen, y sobre todo, que tengo por cultura en mí, porque si bien nacimos con una identindad propia e irrepetible, es cierto que nacemos con todo un paquete de cultura, creencias, ideas y demás que no podemos negar.
Sin más, el siguiente texto representa lo que para Lagos de Moreno es esta fecha.
LAS FIESTAS DE AGOSTO, 230 AÑOS DE LA MÁXIMA FIESTA EN HONOR AL SEÑOR DEL CALVARIO 1779-2009
Por Profesional en Archivonomía Mario Gómez Mata, Cronista Colegiado Laguense y Director del Archivo Histórico Municipal
Así la imagen doliente de Jesús Nazareno en su primera capilla en la cima del cerro del calvario pronto se fortalece y se le va cambiando su advocación por el Señor del Calvario que permanecerá hasta los primeros años del siglo veinte en que los laguenses lo bautizarán como Nuestro Padre Jesús del Calvario, eligiéndolo como nuevo patrono popular de la ciudad. Luego del Estado laico en que se convierte a México con las leyes de reforma al arranque del último tercio del siglo decimonónico, en que prohíben durante mucho tiempo las procesiones o romerías, la fiesta en honor al Señor del Calvario que seguían en ascenso, con su novenario que culminaba el 6 de agosto, provocó que el Congreso del Estado autorizara por decreto del 23 de mayo de 1872 una feria anual para Lagos de Moreno del 29 de julio al 8 de agosto, y desde entonces sería el Ayuntamiento el encargado de formar el comité encargado para organizar los festejos paganos en torno a la fiesta o función religiosa en honor al Señor del Calvario que venía desde la construcción de su primer templo en 1779 y su novenario establecido en 1784 del 29 de julio al 6 de agosto. El padre Teófilo Villagrán edificó el segundo y actual templo labrado en cantera rosa a Nuestro Padre Jesús del Calvario, de un hermoso estilo neoclásico a finales del siglo XIX y principio del XX, ampliándolo a tres naves el padre Panchito Jiménez. Así la fiesta en honor a Nuestro Padre Jesús del Calvario viste a Lagos de Moreno de los colores religiosos de morado y blanco, de luto y de luz, por su pasión y transfiguración. Sus pétreos guardianes, Moisés, Elías, Santiago, Pedro, La Virgen María, María Magdalena, Jesús de Arimatea, desde lo alto de la cornisa neoclásica del templo del Calvario cobijan celestialmente el extenso y fértil valle de Lagos en el que sus hijos conviven con sana alegría en su gran feria anual de raíces profundamente religiosas pero también con un pleno desfogue de alegría corporal que embriaga sus sentidos.
Dice nuestro escritor revolucionario Mariano Azuela sobre sus fiestas de Agosto:
“El Seis de Agosto se denomina la titular [fiesta], en honor de Nuestro Padre Jesús del Calvario. Y como ocurre en todos los pueblos la fiesta profana apaga del todo a la religiosa. La ciudad, de suyo tan quieta y tristona, comenzaba a desamodorrarse cuando aparecían las avanzadas: cilindros callejeros, guitarras griegas, músicos ambulantes, y, sobre todo, el ante. Una cantadora de cara cortada, sombrero galoneado, franela llameante de lentejuela, dos charros de voces guturales y aguardentosas, en bajo sexto y el arpa, con las últimas canciones de Tierra Caliente y del Bajío. Un truhán cualquiera llevaba sobre su cabeza y adornado como zarco de banderillas, con el ante envuelto en trocitos papel “a dos por medio y a cuatro por un real, mirando que el tiempo está tan fatal. Luego en húmeda y fresca tarde nublosa, al atronar de latones, tambora y platillos de la música de viento, seguida de todos los desocupados del pueblo. Todo el mundo a las ventanas; comadres y chicuelos a pedir una tarja, programa de las fiestas impreso en letras de oro, en papel de china de colores chillantes.De la plazuela del Hueso se desalojaban apresuradamente los puestos de manteca, chicharrones menudos y demás comestibles, dejando el campo libre para la lotería, el volantín, los carcamanes, la ruleta y otros juegos de azar. La Partida se instala en la casa inmediata a la tienda de “El Seis de Agosto”, con grandes espejos guirnaldas y coronas de yerbas y flores, lámparas deslumbradoras y en el centro de la sala una larga mesa de tapis afelpado, verde, con filas de pesos de plata reluciente. Siete días dura la fiesta y seis las calles principales que por turno se engañan y por la noche se alumbran con cazuelejas y farolitos... el río humano que corre por en medio se apretuja de cuando en cuando para dar paso a las carretelas de las “privativas” [antiguas reinas de las fiestas] que han presidido las corridas de toros. El vocerío ensordece: gritan en la plaza del Hueso el de la lotería, el del volantín, los de los juegos; gritan en las esquinas los pasteleros, ofreciendo sus piezas recalentadas en grandes ollas de barro que, con sus olores, los del pollo frito y las enchiladas, desafían el más reacio apetito. La música de viento sube y baja desde la falda del Calvario hasta la orilla del río. La fiesta se cierra con la quemazón de los castillos en algún ángulo de la plaza principal.”Estamos de fiesta, 230 años de que Jesús Nazareno- El Señor del Calvario- Nuestro Padre Jesús del Calvario llegó a su hogar en lo alto del cerro del Calvario para convertirse en el eje de las más grandes fiestas religiosas y paganas de los laguenses.
FIESTAS DE AGOSTO, UNA EXPRESIÓN PAGANA PARA FESTEJAR A LO RELIGIOSO.